Necesito que una luz divina me ilumine y me ayude a entender lo que está pasando con Empire. Que resulta que el que tiene una enfermedad mental diagnosticada es Andre pero el que se está pasando de vueltas es Lucious.
Desde el principio de la temporada cada episodio ha estado salpicado de flashbacks de la infancia de Lucious, y hemos llegado al punto en el que los recuerdos empiezan a apoderarse de él. Una madre con problemas mentales (de casta le viene al galgo) y un niño enterrando balas. Sí, balas que posiblemente iban a acabar en la cabeza de al menos uno de los dos.
Grabar la canción con Freda (canción que recordemos también le había ofrecido a Hakeem) y los tejemanejes que se trae con Mimi, amago de trio incluido, han terminado por hacer mella en el patriarca y dejar al descubierto las heridas del pasado.
Lo que sigue intacto es ese poder que tiene sobre su hijo mayor. No ha dudado ni un segundo en mandarle a “negociar” con una vieja conocida, la teniente de alcalde, que se ve que se acordaba bien de él porque apenas había cerrado la puerta de la oficina cuando ella ya tenía las bragas por las rodillas. Pero Andre, que desde que encontró cobijo en la casa del Señor es una persona muy íntegra, no cayó en el pecado carnal, no, prefirió chantajearla con vídeos sexuales del pasado. Y aconsejado por su guía espiritual, claro que sí. A todo esto, la insulsa de su mujer ha vuelto, aunque haya sido de forma efímera. Este año no creo que Kaitlin Doubleday esté agobiada aprendiéndose sus líneas. ¿Vosotros también pensáis que debería haber dado a luz hace tiempo? Este embarazo se me está haciendo eterno, ¡y ni siquiera se le nota la barriga!
Love is in the air
Tengo un sentimiento contradictorio con Cookie. Por una parte me alegro enormemente de que por fin se haya soltado la peluca y haya hecho horas extras en la cama con ese muchacho tan bien hecho. Pero claro, lo que nosotros sabemos y ella ni siquiera sospecha, es que le va a dar el palo. El plano de su espalda con el tatuaje de la banda al final del capítulo anterior nos ponía en lo peor y nuestras sospechas se han confirmado: es un infiltrado. Y claro, con lo feliz que es no tengo claro si quiero que se entere de la verdad.
Lo peor es que creo que podemos anticipar que no es el único disgusto que le queda por venir porque, ¿cuánto va a tardar en explotar Hakeem cuando se entere de la reconciliación de su madre con Jamal? Todo sea dicho, si todavía no se ha enterado es porque está muy ocupado puliendo el diamante en bruto que es su novia, pero todo se andará.
Una vez puestas las cartas sobre la mesa, no tengo muy claro por donde no está llevando esta temporada. Me sobran personajes y me faltan tramas más sólidas centradas en la familia Lyon y no en los cada vez más numerosos pájaros que tienen revoloteando alrededor. Las apariciones de Porsha, Becky, Anika o Rhonda son insignificantes y han sido reemplazadas por personajes que me interesan entre poco y nada. Me intrigaba la niñez de Lucious, pero los flashbacks empiezan a hacerse repetitivos y no parecen llevarnos a ninguna parte.
Espero que tras el parón navideño (no tengo esperanza de que suceda antes) los guionistas se centren y tengamos un poco más de chicha, que parece que se están quedando sin recursos ¡y no estamos ni a mitad de temporada!
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