Dos semanas sin saber qué había pasado con Hakeem. Dos semanas, que se dice pronto. Ya no me quedaban uñas que comerme y empezaba a plantearme pasar a las de mis allegados. Menos mal que a una aún le queda un poco de pudor.
Lee Daniels decidió que no merecía la pena prolongar la agonía y que, de todas formas, ya no se llevan los secuestros a lo Ortega Lara. Vivimos en un mundo en el que todo el mundo tiene prisa, hasta los malos malísimos, y en una tarde tuvimos al niño de vuelta en casa.
Hakeem, por supuesto, tras llevarse palos hasta en el carnet de identidad, decidió que lo primero que tenía que hacer tras ser liberado era presentarse en casa de la ex novia de su padre y acostarse con ella. No le culpo, supongo que todos habríamos hecho lo mismo tras horas de angustia y sufrimiento. La pobre Anika se ve que todavía cree en los Reyes Magos y los príncipes azules y vaya cara se le quedó cuando llegó a casa de su amado y se lo encontró en medio de una fiesta con clara predominación de féminas entre los invitados. Espero que haya venganza.
Inciso: ¿a vosotros también os parece que esta muchacha no encuentra su lugar en las tramas tras su ruptura con Lucious? Creo que es un personaje muy desaprovechado, y sería una pena que su permanencia en la serie se basara en una posible relación con Hakeem.
Volviendo a lo nuestro, el secuestro de Hakeem ha tenido un lado positivo, el de la vuelta del tándem Lucious-Cookie. ¿Volverán a trabajar juntos en Empire? Tras los últimos acontecimientos, asumo que Cookie no quiere poner en riesgo las vidas de sus hijos y que acabará encontrando la forma de camelarse a Lucious y volver a Empire. Ojalá.
Mientras tanto, Andre intenta hacerse valer ese puesto que le ha dado su padre relanzando las carreras de los artistas de Gutter Life Records, la filial de Empire que promociona artistas callejeros. Entre ellos está Freda, la hija que Lucious nunca tuvo (que feo está decir estas cosas) y J Poppa, el rapero cristiano. Sí, se puede rapear la Biblia, y ahora que lo sé me planteo ir a misa los domingos.
Love is in the air
Laz es la clase de hombre que lo ves en un bar estando con una amiga y le dices “o te lo quedas tú o me lo quedo yo, pero este muchacho no puede seguir solo por el mundo”. Y Cookie que, por fin, ha dejado de obsesionarse con las carreras de sus hijos, le ha dado rienda suelta a la pasión.
Pero nadie es perfecto y este chico tiene pinta de tener más de un esqueleto en el armario. No me digáis que no os pareció sospechoso que le recomendara a Cookie contratar a los secuestradores de Hakeem como guardaespaldas. Pero claro, parece que todo tenía una explicación. ¿Cómo se os ha quedado el cuerpo al ver que tenía en la espalda el mismo tatuaje que los miembros de la banda que secuestró a Hakeem? ¿Está usando a Cookie para pasar información desde dentro? A juzgar por la promo, en el próximo episodio empezaremos a tener respuestas. Espero que sí, porque estoy en un sin vivir y os recuerdo que sigo sin uñas.
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