John Ridley (12 años de esclavitud) nos trae esta pequeña joya que podríamos calificar, cuanto menos, de controvertida. Aclamada por la crítica y el público, American Crime es sin duda alguna una de las series del momento. Cada capítulo da que hablar y, por si andáis despistados y aún no la habéis visto, aquí van cinco (de las muchas que tiene) razones para verla:
1. Las temporadas con tramas independientes…
Al igual que sucede, por ejemplo, con Fargo o True Detective, cada temporada gira en torno a una trama distinta. Esto permite al espectador no solo comenzarla en cualquier momento y ver las temporadas en el orden que prefiera, sino también, y esto bien podrían copiarlo otras muchas ficciones, que las historias no se estiren demasiado y acaben por aburrirnos. En ambas se nos desvela crimen desde el primer momento: el asesinato de un ex militar en el caso de la primera y la violación de un adolescente en la segunda. Nunca vemos directamente lo que pasa, reconstruimos los hechos a partir de los testimonios de los distintos implicados, y ese es, sin duda, otro de sus puntos fuertes.
2. …pero que comparten elenco
Los actores principales se repiten en ambas temporadas, y con roles muy distintos. Aunque a priori ver a un sospechoso de asesinato reconvertido en director de colegio podría chocarnos, no hace más que poner en evidencia la calidad del reparto y la solvencia con la que pueden sacar adelante a sus personajes. Timothy Hutton (Gente corriente, El buen pastor) Lily Taylor (A dos metros bajo tierra) Regina King (The Big Bang Theory, The Strain) son solo algunos ejemplos, aunque quizás la cara más conocida merezca un punto a parte.
3. Felicity Huffman
Es una razón en sí misma. Rubia o morena, compramos cualquier serie (o película) en la que salga ella. Para nuestra desgracia, en ambas temporadas Felicity encarna a los que sean, muy probablemente, los personajes más odiados. Una conservadora mujer llena de prejuicios o la directora de un colegio elitista más preocupada por la reputación del centro que por descubrir la verdad no han conseguido que dejemos de amarla. Por algo será.
4. No deja títere con cabeza
La verdad escuece, y mucho. El objetivo es claramente incomodar, remover las conciencias y no dejar a nadie indiferente. Vivimos en un mundo egoísta, clasista, racista y otros muchos istas igual de desagradables. Y ahí está American Crime para restregarnos la verdad por la cara sin pudor ni medias tintas. Apunta a matar y nada ni nadie escapa de sus dardos: justicia, religión, educación, clase alta, homofobia, bullying… Por suerte no les tiembla el pulso a la hora de sacar los trapos sucios de nuestra sociedad. Ojalá nada les frene.
5. La atmósfera
Es imposible no quedarse atrapado en ella. Aunque la serie está rodada en Texas, las tramas se desarrollan en Modesto, California (primera temporada) e Indianápolis, Indiana, en la segunda. En ambos casos se traspasa sin esfuerzo la pantalla, sufrimos con los personajes, luchamos por sus causas, nos enfadamos y asistimos descorazonados a las injusticias que se cometen. Ha sido concebida para despertar conciencias, y vaya que si lo consigue.
American Crime es mucho más que estos cinco puntos. Dejad lo que estéis haciendo y poneos a verla ya, que seguro que encontráis muchas razones más para no despegaros de la pantalla.
COMENTARIOS