No sé qué clase de estupefacientes consumen los guionistas de Scream Queens, y por temas legales prefiero no saberlo, pero por favor que no les falten nunca. Tras las revelaciones del episodio anterior la historia sigue muy arriba, y eso nos gusta. Que no decaiga la fiesta.
Todavía no hemos identificado al segundo, y ahora único, Red Devil, pero tenemos como pista que es la hermana melliza de Boone, o lo que es lo mismo, le niña de la bañera. Podemos, creo, descartar a Zayday. La fingida sorpresa de Grace al ver a Bonne resucitado me ha hecho pensar que puede que ya lo supiera o que tenga algo que ver con los asesinatos. Pero una vez más, mis dotes policiacas están a la altura de las detective Chisolm. Por cierto, no hemos tenido noticias de Pete, ¿lo habéis echado de menos? Yo tampoco.
La protagonista absoluta de este episodio ha sido Hester. Ni siquiera un muerto resucitado y vuelto a matar ha podido hacerle sombra a la gran Chanel #6. Tras enterarse de que Chad iba a pasar Acción de Gracias con Chanel y no con ella, soltó un bombazo que le hizo cambiar de opinión, la frase que todo universitario quiere oír de su amante: estoy embarazada. La obsesión que tiene Hester con el muchacho que envasa al vacío sus prendas en bolsitas individuales es normal, y no sólo por su capacidad para hacer maletas, sino porque a quién no le gusta que le digan que le huele el aliento a cheeseburger o que está echando barriga. Puro romanticismo.
Pero Chanel, que está de vuelta de todo, no se cree la historieta y obliga a Hester a confesar que se lo ha inventado para echarle el lazo a Chad, y acto seguido la mata. Sí, tal cual, le pega un empujón y la tira por las escaleras. ¿Es Chanel Red Devil? No lo creo, no lo necesita. Ella está por encima de todo eso, mata a cara descubierta y con testigos que puedan advertir a las futuras generaciones de busconas que nadie se entromete en las relaciones de Chanel Oberlin.
Historias de fantasmas
Sabía que llegada a la casa de Denise nos iba a dejar grandes momentos. Sé que no debería contar esto, pero yo tengo un trauma con los váteres y siempre miro antes de sentarme por si sale una serpiente, que todos sabemos que es algo muy común. Ahora que sé que pueden atraparte manos puede que no vuelva a ir nunca tranquila. Porque todo son risas hasta que las historias se convierten en realidad y te persigue un camión por la autovía mientras la radio informa de que un peligroso asesino de orientación sexual incierta anda suelto, o te ves obligada a elegir entre el rollo de papel higiénico rojo el azul, que es algo así como el qué cable corto de las películas.
Me he dado cuenta de que tengo muchas cosas en común con Denise. Primero que estamos de acuerdo en que no hay nada peor que el que se te moje el pelo después de haber pasado un buen rato peinándolo, y hablo de la lluvia, lo de meter la cabeza en el váter es otro nivel. Yo también me habría defendido con uñas y dientes con tal de conservar mi alisado. Y segundo, yo también soy fan del plástico de burbujas. ¿Cómo no se me había ocurrido fingir tener una pistola mientras las explotaba? Quizás porque no soy americana.
Aún quedan tres semanas para el desenlace pero el círculo en torno a la identidad de Red Devil se va cerrando. Qué mejor que la cena de Acción de Gracias para jugar al quién es quién y ponerle nombre y apellidos al asesino, y si no, echadle un vistazo a la promo del próximo capítulo. Todos tenemos un sospechoso, ¿cuál es el tuyo?
COMENTARIOS