Como suele ser costumbre en esta época, el parón navideño nos deja con un cliffhanger inesperado que convierte a De Voe en un villano completamente diferente a los que nos tiene acostumbrados la serie.
Ya nos demostraron hace algunos capítulos que The Thinker no es un metahumano más, y eso le hace ser imprevisible para el equipo. En Therefore I Am nos mostraron que De Voe y su esposa tienen una historia detrás más humana que la de muchos otros villanos que hemos visto a lo largo de estas cuatro temporadas. La historia de amor entre ellos les confiere un aspecto más vulnerable y, quizás, en un futuro el equipo tenga que jugar con esta conexión entre ambos si desean vencerles.
Es cierto que el megacrossover de DC nos dejó el listón bastante alto para este regreso del noveno capítulo. Juntar a tantos personajes en cuatro capítulos consecutivos que gozaban de un despliegue de medios importante (nazis aparte) hacía pensar que el regreso de Barry como hombre casado sería desdeñable.
De Voe ha movido ficha y ha realizado una de sus mayores jugadas, casi sin necesidad de usar sus habilidades. Tras tres temporadas luchando contra velocistas, creo que ha sido un gran acierto hacer de The Thinker el villano de la cuarta y devolver un poco el sentido de la innovación a la serie. No es que esta temporada esté cargada de sorpresas o tramas realmente emocionantes, pero pasados los primeros capítulos pudimos ver que esto prometía ser otra cosa.
Sabemos hasta dónde puede llegar una serie de DC y CW, pero dentro de ese potencial, la cuarta temporada está en una buena posición, y todo gracias a esas pequeñas novedades (aunque algunas de ellas lleguen a ser insoportables como Ralph Dibny).
El cambio de conducta de Barry estaba claro que conllevaría alguna decisión que perjudicaría su vida. Dejarse atrapar por la policía en su apartamento con el cuerpo inerte del autentico De Voe a sus pies es incomprensible, pero a la vez una oportunidad de enfrentarse a él sin necesidad de poderes o habilidades.
Para el público más puntilloso es una vuelta de tuerca sin sentido, pero podría funcionar si se hace de manera cuidadosa y sin elementos fantasiosos de por medio. Barry contra De Voe. Lejos de ser The Flash y The Thinker. Al menos por ahora.
Podremos ver como continúa a mediados de enero, tras el parón navideño. ¿Qué os está pareciendo esta cuarta temporada? ¿Os parece The Thinker un buen rival para Barry?
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