El temido momento ha llegado: Girls estrena su última temporada, que en España veremos simultáneamente a través de Movistar Series y de HBO (quienes nos han invitado a ver los tres primeros episodios de la sexta temporada). En estos casos suele decirse que es mejor que se termine en su mejor momento, que es mejor no cansar al espectador y demás frases de consuelo que, siento deciros, no por ser verdaderas hacen que me dé menos pena despedirme de una de mis series favoritas.
Girls tiene defectos, posiblemente los mismos que su creadora, Lena Dunham, pero también está llena de virtudes y nos lo recuerda casi en cada escena de la nueva tanda de episodios. La ventaja de que sea un final anunciado con antelación es que han tenido tiempo de pensarlo, madurarlo y orientar a cada personaje hacia el final que merece. De los tres episodios a los que hemos tenido acceso, el primero es sin duda alguna el más intimista. Vemos a una Hannah con nuevos proyectos profesionales, más madura y que, sin perder ni un ápice de su libertad, que es al fin y al cabo uno de los rasgos característicos del personaje, vuelca en su profesor de surf (Riz Ahmed, The Night Of) su deseo de encontrar al fin, ahora que la parte profesional parece estar cubierta, una estabilidad sentimental.
De vuelta a la ciudad, todo parece seguir igual de caótico que lo habíamos dejado. Shoshanna sigue luchando por abrirse un hueco en el mundo profesional y cerrar historias del pasado, y parece que su vida empieza a encarrilarse. Quienes siguen vagando sin rumbo, aunque ellas no sean muy conscientes de ello, son Marnie y Jessa. La una porque está atrapada en una relación tóxica que terminará por explotarle entre las manos, y la otra porque es incapaz de ver dónde está el problema de tener una relación con Adam. Sus decisiones afectan inevitablemente al grupo que está más dividido que nunca.
En palabras de Jenni Konner, cocreadora de la serie, esta temporada final es la última oportunidad que tendrán las chicas para valorar la fuerza de su amistad y saber si ésta perdurará en el tiempo. Personalmente, veo el acercamiento entre Hannah y Jessa cada vez más complicado. Por una vez, y sin que sirva de precedente, estoy totalmente del lado de Hannah. Por muy bien que esté con Adam, Jessa debería dar su brazo a torcer y admitir que salir con el ex de su amiga no es la mejor idea de su vida. Acercarse a Hannah y disculparse es la única vía posible para el alto al fuego y una eventual reunificación del grupo.
En cuanto a Marnie, pensaba que había abierto los ojos y que su decisión de divorciarse de Desi era un primer atisbo de lucidez por su parte pero, como os podéis imaginar, la historia aún va a traer cola. La mediación de Hannah, que por ahora es el único personaje con los pies en la tierra, será crucial y espero que sirva para que Marnie se desintoxique totalmente de Desi y su mundo.
Hace unos meses se anunció la participación de Matthew Rhys (The Americans) y sólo puedo decir que su personaje me parece fascinante y el episodio que protagoniza, de sobresaliente. Es difícil profundizar mucho más en lo que pasa sin desvelar claves de la trama, pero lo que sí puedo decir es que los tres primeros episodios cumplen sobradamente las expectativas (al menos las mías) y nos muestran a unas chicas cada vez más cerca de encontrar su lugar en el mundo. Ahora sólo les falta descubrir si seguirán creciendo juntas.
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