Para quienes aún no conozcan a la
joven nipona Marie Kondo, es una escritora que ha revolucionado el
universo literario y doméstico de medio mundo con su libro de autoayuda ‘La
magia del orden’, donde presenta un modelo de bienestar, productividad y
organización personal basado en el minimalismo más absoluto.
Quédate con lo básico, con las
mínimas pertenencias y objetos personales, y serás mucho más feliz y
productivo. Según Kondo, sólo hay que mantener aquello que realmente nos
suscita felicidad, ya sea ropa, muebles, recuerdos o demás objetos que solemos
tener por casa.
Tal ha sido la fiebre por el
orden que ha contagiado Kondo que hasta algunas de nuestras series favoritas la
han reflejado, mostrándonos personajes subyugados por el método de esta joven
japonesa que ya lleva vendidos más de cuatro millones de copias de su último libro
en una treintena de países.
En el estreno de la tercera
temporada de Younger, la comedia de TV Land, pudimos conocer a Kiko Kagami, la
revelación literaria del momento y el nuevo fichaje de Empirical, la editorial
para la que trabaja Liza, la protagonista de la serie. Younger, que siempre
acostumbra a parodiar los éxitos literarios y las sagas más aplaudidas (ya lo
vimos con Juego de Tronos), hacía esta divertida alusión a uno de los libros
del momento. Según uno de los personajes de la serie, Kiko (Marie Kondo) consiguió
incluso que Oprah dijera adiós al pan… Una tarea nada fácil, confesaba la autora
japonesa.
También en el estreno del regreso de Las Chicas Gilmore: A Year in the Life, ahora de la mano de Netflix, se mencionaba a la
gurú del orden. Emily, la madre de Lorelai, decidía poner patas arriba su
mansión y deshacerse de casi todas sus pertenencias en un intento de superar la
muerte de su marido. Incluso veíamos por primera vez en vaqueros y camiseta a
una mujer acostumbrada a lucir vestidos y prendas de lo más caras y elegantes. Lorelai,
horrorizada ante esta imagen de su madre (que había escogido el modelito entre
las viejas prendas de su hija), conseguía hacerla recapacitar, recuperar todas sus cosas y mandarla
derechita a cambiarse de ropa.
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