“2015 fue un gran año para Chanel
Oberlin y sus 752 seguidores de Instagram”. Emulando a la gran Taylor Swift y
el reparto de regalos navideños a sus fans, Chanel ha querido celebrar con sus
seguidores su fiesta favorita del año: Chanel-o-ween. Cuerpos desmembrados, sangre, manzanas
envenenadas y calabazas podridas empiezan a aparecer en las puertas de sus más
fieles e histéricas admiradoras. Sólo
por ese momento ya merece la pena ver el capítulo.
De todos es sabido que no hay fiesta de Halloween que
se precie sin sus tradicionales calabazas decoradas, y hay quien ha aprovechado
la coyuntura para lanzar un bombazo.
Zayday ha anunciado su candidatura a la presidencia de las Kapa Kapa Tau con un
Yes we can tan firme y perfectamente esculpido en
su calabaza que parece salido de la mano del mismísimo Miguel Angel. Y, como era de esperar, se ha armado la marimorena. Que se prepare
el mundo que Chanel ya está afilando los cuchillos. Literalmente.
Ha nacido una estrella
Hester ha sido la gran
revelación del episodio. Con ella se ha producido un milagro similar al de
Clara (la de Heidi) cuando de la noche a la mañana se levantó de la silla de
ruedas y empezó a caminar como si nada. Ahora que ya no necesita el aparatoso collarín, puede dar rienda suelta a la
joven ávida de amor que lleva dentro. Y, como cualquier ocasión es buena, no
duda en insinuarse a un asustado y tembloroso Chad en un cementerio de lo más tétrico.
Lo que no sabemos es si lo que le asustaba es la lobreguez del lugar, o el saco de
hormonas descontroladas a punto de explotar como palomitas en el microondas en
el que se ha convertido Chanel #6.
Hablando de comida, guantada sin mano la que le da Ryan Murphy al
mundo de las modelos y la búsqueda de la perfección física con la escena de
las Chaneles abriendo sus tuppers
llenos de algodón, y su posterior discurso de “la presión social que sentimos las
mujeres la generáis vosotros los hombres con vuestros comentarios machistas”. Chapeau.
La casa encantada
Elemento imprescindible en cualquier
serie de terror que se precie. Pero esta
casa albergaba algo más que siniestras leyendas sobre mujeres locas que
matan niños: los cadáveres de las
víctimas que se ha ido cobrando Red Devil a lo largo de estos episodios. Y
la señora Bean, que recordemos fue la primera en caer y no por culpa del
asesino enmascarado precisamente.
Entre los cuerpos se encontraba el de la última víctima, la mujer testigo de lo sucedido en 1995 en la hermandad a la que Grace y Pete habían visitado en busca de pistas. Sigo pensando que esta chica no puede interesarme menos, eso sí, sus capacidades deductivas son dignas de mencionar. Ha tardado varios años en sospechar de la versión que le ha dado su padre sobre la muerte de la madre cuando ella era sólo un bebé, pero sumergida como está en la teoría de la conspiración, se le ha encendido la bombilla y ahora está convencida de que la joven muerta en la bañera era su madre.
Pero, ¿qué tiene que ver GiGi en todo esto? ¿Tendrán respuesta nuestras preguntas en algún momento? No sé vosotros, pero yo vivo con miedo a que la cancelen por culpa de la falta de audiencia. No dejéis que eso pase, anda.
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