Getting On, ¿por qué no?

Parece que siempre que hablamos de un remake tenemos que empezar con concesivos como a pesar de que o aun cuando pero, siendo sinceros, generalmente las series originales (la mayoría británicas) quedan relegadas al olvido, y pocos pueden realmente hacer una comparativa entre la nueva propuesta que el malvado capitalismo americano nos ofrece y lo que la subversiva ficción anglosajona nos trajo en su día.

El caso de hoy, otro más en la larga lista de remakes que, con suerte, se harán con un nombre más famoso que sus gemelos británicos, es Getting On. Basado en la serie de la BBC4 creada por Jo Brand, Vicki Pepperdine y Joanna Scanlan, quienes también formaron su reparto principal (curiosidad : Peter Capaldi dirigió muchos episodios), Getting On nos cuenta la historia del personal de la planta de geriatría de un hospital y del nivel de ineptitud de todos ellos.

La versión estadounidense, que se estrenó el pasado domingo en HBO, ha sido adaptada por los creadores de Big Love, el matrimonio formado Mark V. Olsen y Will Scheffer, y las tres féminas que lideran su reparto son Alex Borstein (más conocida como Lois en Family Guy), la grandísima Laurie Metcalf (Roseanne) y Niecy Nash (Reno 911!). El resto del reparto lo forman ancianos de más de 70 años, pero Getting On no va a tener escrúpulos a la hora de mostrar toda la mierda que pueda sobre ellos, los verdaderos protagonistas. Bueno, tal vez con el tema de la mierda (literal) sea algo más sutil.

Es cierto que al piloto le falta garra, pero el potencial que demuestra es enorme aunque en mi opinión creo que es más comedida de lo que debería. Como comedia negra, negrísima, tiene todas las de ganar. Como sitcom incómoda, también. Su único problema es que como comedia al uso no tiene mucho que hacer, realmente no hace gracia por lo que dice —salvo por esa escena traduciendo camboyano, de carcajada mortal— sino por cómo lo hace. Sin duda, el reparto tendrá mucho que decir: sus tres protagonistas se han definido perfectamente y ahora solo queda dejar que obren su magia; en especial Alex Borstein, cuya Dawn Forchette apunta maneras con esa actitud de enfermera dedicada pero que no da pie con bola en ninguno de los sentidos posibles.

Vamos a dejarle unos episodios, que al fin y al cabo hablamos de HBO, tenemos una temática muy jugosa entre manos (si te va la comedia negra, obviamente) y, oye, ¿por qué no?