Ya queda
menos para el episodio que dará cierre a esta octava temporada, y la verdad que
todo apunta a que el final serán los exámenes de los chicos, o los resultados
de estos. Un episodio que ha traído buenas noticias, poco más de 9,5 millones
de telespectadores vieron este episodio quedándose como la segunda opción de la
noche. La verdad que ha estado bien, y nos ha brindado momentos dramáticos como
sólo sabe hacer Grey’s Anatomy. Quedan 4 episodios, ¿cómo acabará?.
Los exámenes
cada vez están más cerca, y por eso los chicos tienen que ir a lo largo del
país para hacer entrevistas para encontrar trabajo tras los exámenes. Como es
evidente, todos los hospitales se mueren por tener a Cristina en sus
plantillas, y no paran de mandarle cestas para que acceda a entrevistarse. Pero
el único que no tiene entrevistas es Alex, y se preocupa hasta que se entera de
que Arizona no quiere que se vaya, y por eso no habla de él a otros hospitales.
En el caso de Jackson, tiene muchas entrevistas pero todas acaban igual: están
más interesados en su abuelo que en su curriculum.
En cuanto a
April, tiene un curriculum expléndido pero en sus entrevistas le dicen lo
mismo, su personalidad no es lo que en realidad buscan. Pero quien se lleva la
peor parte por así decirlo es Meredith, ya que tiene que aplazar varias veces una
entrevista realmente importante por la paciente de esta semana. Dicha paciente
es un caso muy delicado, es una chica que fue secuestrada durante 12 años, y
apenas recuerda su propio nombre, y se encontró tirada en un barranco tras
intentar huir. Fue torturada y violada repetidas veces, incluso tuvo un hijo del
secuestrador que no logró sobrevivir. Al pasar más de la mitad de su vida
encerrada en un sótano, no conoce otra vida que no sea esa y llega a tener el
síndrome de Estocolmo.
Rápidamente,
la paciente crea un vínculo con Meredith obligándola a estar a su lado todo el
rato. Pero este caso no sólo le afecta a ella, sino que a Miranda le afecta
demasiado por el temor que tiene de que le pase lo mismo a su propio hijo, hasta el punto que va a
buscar a su hijo a la guardería y al ver que no está se pone histérica. El niño
simplemente había ido a la enfermería porque le empezó a sangrar la nariz. La
paciente poco a poco va mejorando hasta que finalmente le dan el alta y vuelve
con sus padres. Por otro lado, tenemos a Richard que ve como cada día va
perdiendo más y más a su mujer, lo último que le hace daño: su mujer se ha
enamorado de otro paciente y ya no le reconoce. Por último, Teddy se traga su
orgullo y le ruega a Owen que haga que Cristina se quede en el hospital, pero
él le recuerda que sólo son compañeros de trabajo y no tiene el derecho de
pedirle que lo haga.
COMENTARIOS